Cuando los deseos se trabajan con esmero, dedicación y fe, se cumplen y Santiago Benavides es ejemplo de esto. Él es un egresado de Ingeniería Agronómica de la quinta cohorte del proyecto Utopía, oriundo de Chía, Cundinamarca quién en la actualidad se encuentra adelantando una Maestría en Agricultura Tropical Sostenible en la Universidad de Zamorano, en Honduras gracias a una beca brindada por la Fundación Nippon. 

Su camino, como el de muchos egresados de Utopía, no ha sido fácil, “yo pude conocer lo que es la guerra en el campo, saber que el único camino que te ofrecen en ese momento es un arma: es triste y lamentable; pero yo decidí que la única guerra que quería librar era a través de los lápices y me propuse siempre estudiar, así que cuando ingresé a Utopía pude ver todo lo que yo podía aportarle al campo desde mis saberes y mis experiencias. Utopía me ha enseñado que el éxito de la educación es trabajar haciendo y enseñar demostrando”, expresa Santiago.

El camino para lograr esta beca y cursar este proyecto académico en Honduras no fue fácil, pero resalta que todo lo aprendido en los cuatro años de formación en Utopía le han servido para entender que se debe de trabajar por el lugar de origen. 

Con esta oportunidad, Santiago afirma que quiere seguir trabajando por erradicar la desforestación en el Caquetá y Meta, este fue una de las ideas que llevó al comité de admisiones en la Universidad de Zamorano y es la razón por la cual quiere seguir estudiando para regresar a su zona de origen y trabajar en ella, “en Utopía nos enseñaron que debemos de apostarle al campo así que todos los conocimientos y vivencias que adquiera en este camino trataré de devolvérselos a mi tierra, a mi zona de origen, que necesita más personas que crean en ella y en que el cambio si es posible”.

Esta oportunidad no solo representa para Santiago el rumbo hacia nuevos conocimientos sino una puerta para que otros lasallistas y estudiantes de Utopía puedan encontrar en la academia el camino para la transformación del país.